El único programa de ejercicios existente desarrollado específicamente para la eliminar la presbicia (vista cansada)
Manuel Palomar, autor del libro “Curso práctico de recuperación visual”, acaba de sacar a la luz el libro “Curso práctico para eliminar la presbicia”. Como bien nos dice Manuel, este curso es una importante herramienta porque, a partir de los 40 años de vida, las personas nos vemos afectadas por el problema de ver mal de cerca, a excepción de los muy miopes. Y nos añade que “la presbicia no existe porque es problema con solución, sólo existe ignorancia o pereza”.
La presbicia produce dificultad para enfocar de cerca. Es debida a la disminución de la capacidad de acomodación del ojo, lo que provoca una pérdida del poder para enfocar objetos cercanos. Generalmente la presbicia comienza alrededor de los 45 años y sus síntomas van a más progresivamente hasta aproximadamente los 60 años. Este déficit de enfoque cercano se acentúa aún más en condiciones de baja luminosidad.
Pero ¿cómo se produce la acomodación? El ojo tiene dos medios de refracción para enfocar a distintas distancias: la córnea y el cristalino. La curvatura de la córnea permanece constante durante la acomodación; sin embargo el cristalino es el que tiene cambios de curvatura para acomodar las distancias. Y esto lo consigue el cristalino gracias a los músculos ciliares, que modulan la forma de estas lentes.
Con la edad el cristalino aumenta de grosor y aumenta la curvatura de su polo anterior. Con esto, el trabajo de los músculos ciliares que modulan el cristalino es ineficaz.
Con el Método V.E.R. de Visión Consciente podemos superar la presbicia.
Para tener éxito en el resultado y recuperar nuestra visión clara, es necesario cumplir la práctica sistemática de las tablas por sólo unos meses. A esto hemos de añadir la práctica intensa de buenos hábitos de visión sugeridos en el libro, así el progreso será espectacular.
No olvidemos que los ojos son los órganos que más utilizamos, pues la vista es el sentido más valorado hoy en día y el que la humanidad cree más importante para desenvolverse en la vida, pero incongruentemente, son los órganos más desatendidos.
El método que Manuel Palomar nos presenta en este libro es totalmente objetivo, progresivo, integrador, ritualizado y generalizador.
Con mediciones periódicas, mensuales, verificamos los progresos en la eliminación de la presbicia.
Cada ejercicio sirve de base para los siguientes.
También trabajamos factores de salud, psíquicos y mentales.
Los ejercicios se presentan en tablas secuenciales, programados en un orden previsto, en tiempo detallado, y repitiendo cíclicamente un proceso varias veces durante ese tiempo.
Los hábitos de visión que aprendemos al mismo tiempo que realizamos las tablas, nos permiten vivir las diferentes actitudes, sensibilidades y reconocimientos habidos en una tabla, a lo largo de todo el día.
Los ejercicios integrados permiten que lo que se practica en una tabla sirva de base para contener en la siguiente otros campos de atención y funcionalidad. También, al exigirnos ser muy conscientes de lo que hacemos, la mente lo reconoce y se graba mejor en el cerebro, afianzándose más las conexiones neuronales.
El método es ritualizado porque se consigue el adiestramiento y asentamiento de los procesos visuales con que se gana en nitidez. La repetición de los ejercicios nos lleva a obtener nuevas y conscientes conexiones neuronales, propias del proceso visual correcto.
No podemos dejar de resaltar la importancia de la alimentación, pues esta influye directamente en la visión, que necesita unos nutrientes mínimos.
Los objetivos de las tablas de ejercicios son:
Nos dice Manuel Palomar que “una vez conocida la existencia de este método, sólo tendrán presbicia aquellos que tengan pereza”.